Denuncia ONG robo de cosechas en norte, oriente y poniente de Tlaxcala

  • Campesinos amagaron con crear policía rural en Nanacamilpa, Calpulalpan, Hueyotlipan, San Pablo del Monte, Altzayanca, Tlaxco y  Tequexquitla.

Durante los últimos meses el robo de cosechas a mano armada a campesinos de granos y hortalizas en municipios de la zona norte, oriente y poniente de Tlaxcala se ha incrementado, denunció el Movimiento Social por la Tierra.

En entrevista colectiva el representante de esta organización, Diego Lira Carrasco reveló que tan solo en el mes de diciembre se presentaron seis casos en la comunidad de Atotonilco, municipio de Ixtacuixtla, donde los ladrones llegan al lugar para robarles sus cosechas, y en algunos casos hasta sus medios de traslado.  

Explicó que los campesinos son asaltados a mano armada por los delincuentes, a quienes les despoja de su producción principalmente de granos como el maíz y hortalizas como tomate y jitomate, teniendo  pérdidas incuantificables.

Dijo que estos asaltos son a plena luz del día en el que los amantes de los ajeno esperan hasta que los productores tienen la carga lista para salir y es en ese momento cuando llegan para hurtarles su producción, además han detectado que por las noches entran a los campos a robar las hortalizas.

Abundó que los casos se han presentado en los municipios de Nanacamilpa, Calpulalpan, Hueyotlipan, San Pablo del Monte, Altazayanca, Tlaxco, Tequexquitla, por lo que solicitaron a las autoridades tomar cartas en el asunto-

En este sentido el representante social aseveró que los comisariados ejidales ya comenzaron a organizarse para crear una policía rural para vigilar y dar aviso oportuno en caso de presentarse un acto delictivo.

“Los que incrementó en esa parte fue que como ya no tuvieron forma de sacar huachicol, una forma de poder abastecer los grupos organizados pues ahora es robar, además ahora el campo lo utilizan para desvalijar unidades comerciales”, recalcó.

Reconoció que no han el hecho demandas penales ante las instancias correspondientes debido al temor y represalias, además por la supuesta complicidad de elementos de seguridad con los malhechores.