*Un medio eficaz para reducir la incidencia de mordeduras es la educación en materia de interacciones seguras con perros, consideró el Observatorio Ciudadano de Protección Animal
Tlaxcala ocupa el lugar 26 en mordeduras por perro; los estados con menos mordeduras por este tipo de animales, son: Baja California Sur, Colima, Campeche y Nayarit. Posiciones prácticamente en línea con el número de personas que viven en esas entidades, las cuales son las menos pobladas, a las que les siguen Tlaxcala y Aguascalientes, y siete lugares después, Tabasco; en este último estado es contrastante que, pese a que es el lugar 20 en población humana, a la vez es el número 27 en el índice de mordeduras por perro.
De acuerdo con el Boletín Epidemiológico, de la Secretaría de Salud Federal, hasta la semana 20 del año 2025, en Tlaxcala se reogistraron 320 mordeduras por este tipo de animales a hombres y 301 a mujeres. En lo que refiere a la medición anual, en 2024 fueron 1,396 las mordeduras; año en que la entidad ocupó el lugar 28.
Al respecto el Observatorio Ciudadano de Protección Animal en Tlaxcala, consideró que conforme a recomendaciones de la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA), los medios más eficaces para reducir la incidencia de mordeduras de este tipo de animales son la educación en materia de interacciones seguras con los perros. Los niños pequeños constituyen el grupo más expuesto a estas mordeduras.
Además de que las autoridades competentes deben consultar con los expertos en comportamiento canino para elaborar programas de educación en seguridad canina. Se tiene que alentar estos programas para todas las edades sobre el tratamiento apropiado de mordeduras, incluyendo la profilaxis postexposición cuando la rabia representa un riesgo.
Según la OMSA, está demostrado que los programas educativos centrados en la forma adecuada de conducirse ante un perro son eficaces para reducir la incidencia de mordeduras; por lo que convendría alentar este tipo de programas. Las autoridades competentes deben consultar con los expertos en comportamiento canino para elaborar programas de educación en seguridad canina. Se tiene que alentar estos programas para todas las edades sobre el tratamiento apropiado de mordeduras, incluyendo la profilaxis postexposición cuando la rabia representa un riesgo.