- Aumentó la denuncia gracias a la confianza que brinda la dependencia estatal
El cese definitivo de trabajadores de la educación que incurrieron en situaciones de hostigamiento, así como de quienes han sido sancionados, es una medida necesaria para erradicar la violencia en contra de las mujeres, niñas y adolescentes, manifestó el secretario de Educación Pública y director general de la Unidad de Servicios Educativos de Tlaxcala (SEPE–USET), Homero Meneses Hernández.
Al momento son 14 los trabajadores cesados de forma definitiva por acoso en educación básica y seis en media superior, específicamente en el subsistema que corresponde al Colegio de Bachilleres (Cobat); asimismo, alrededor de 100 expedientes están en proceso como resultado de las denuncias, que han aumentado, a partir de la confianza y sensibilización que la institución ha logrado.
Meneses Hernández puntualizó que una de las principales encomiendas de la gobernadora Lorena Cuéllar Cisneros es “que nos convirtamos en una entidad donde no haya violencia, ni acoso contra este sector”. Por ello, la importancia de generar acciones firmes contra la violencia de género.
Además, señaló que es una medida preventiva que, desde luego, pone un aviso tanto a los trabajadores de la educación de que los tiempos han cambiado, como a las mujeres y niñas de que no están solas.
El secretario de Educación enfatizó que la sanción es un acto preventivo, pues manda el mensaje de cero tolerancia a estas prácticas violentas, ya que el bienestar de las mujeres, niñas, jóvenes y adolescentes es prioridad para la SEPE-USET, que siempre velará por su integridad, dignidad y derechos humanos para garantizar, con acciones decididas, que vivan a plenitud y sean felices.
Como parte del trabajo de prevención del acoso en escuelas, se aborda el tema de manera constante en los Consejos Técnicos Escolares (CTE), donde se informa a las y los trabajadores de la educación sobre derechos humanos y la normatividad.
El funcionario estatal invitó a las mujeres, niñas y adolescentes a que denuncien, “que sepan que no están solas y que quienes incurren en estos actos no deben estar en el espacio educativo”.
La denuncia se atiende a través de la Unidad de Género y Cultura de Paz, donde tras recibir un señalamiento se trasladan a la institución y aplican un tamizaje a toda la matrícula de la escuela y posteriormente se turna al área jurídica para las investigaciones correspondientes.