Al rendir protesta ante el Consejo Político Nacional como nuevo Presidente Nacional del CEN del PRI, para el periodo 2019-20123, Alejandro Moreno Cárdenas afirmó que hoy inicia una nueva era del PRI y planteó que el Partido será la oposición más digna de la historia de este país, inquebrantable en sus principios e indestructible en su valor democrático.
Acompañado por Carolina Viggiano Austria, quien asume la Secretaría General, precisó que “no vengo a decir un discurso atado a nada ni a nadie. Lo que vengo a decir, es el primer discurso de la nueva era del Partido Revolucionario Institucional”.
En un comunicado oficial, aseguró que “encauzaremos un movimiento político contemporáneo, tradicional en sus valores, pero moderno en sus causas. El Partido con más historia en México, le abre las puertas al presente y al futuro. Los priistas hemos hecho mucho por México. Y queremos hacer todavía más”.
Puntualizó que “somos la primera dirigencia libre en mucho tiempo, pues llegamos sin amarres ni deudas políticas. Somos una dirigencia real, legitimada por los más de un millón 600 mil votos y no por la designación desde el poder. Una dirigencia que tiene el mérito de construirse de abajo hacia arriba, contando con el respaldo de cientos de miles de priistas, y no de un solo grupo”.
Lo anterior, agregó, “no sólo nos llena de orgullo, sino que nos fortalece estratégicamente. Por primera vez en mucho tiempo, el PRI no recibirá instrucciones de nadie. No le debemos nada a nadie que no sean los militantes priistas. Nuestra única deuda es con nosotros mismos. Con esa legitimidad, nos plantaremos con libertad, dignidad y fortaleza ante quienes hoy detentan el poder”.
Aseveró que el PRI tiene estructura política y electoral, la más grande del país, y eso no es ningún secreto. Por ello, argumentó, “no voy a aclarar lo que es una realidad: El verdadero Partido satélite de México es Morena, porque gira alrededor de una sola voluntad”, y “hay quienes aplauden al gobierno por reflejo condicionado”.
En cambio, estableció, “a nosotros nos corresponde ejercer una oposición constructiva, competitiva, fuerte, enérgica, con carácter y con categoría; la oposición más digna de la historia de este país, inquebrantable en sus principios e indestructible en su valor democrático; una oposición que triunfe moralmente por sus ideas y electoralmente por la fuerza de su militancia”.
Así, precisó que durante su dirigencia habrá “diálogos públicos con todos y acuerdos oscuros con nadie”.
El PRI, añadió, “no sólo debe denunciar ese abandono y atropello, sino también plantear las políticas y acciones que aseguren el bienestar de la gente. La crítica no basta. La gente quiere oír propuestas y que la clase política trabaje para ellos, que los Partidos trabajen para ellos y no se sirvan de ellos. El PRI responderá a esa exigencia con toda su capacidad, con todo compromiso y con toda entrega a México”.
Señaló que “el PRI perdió la elección presidencial, pero aquí está, más vivo que nunca por su fuerza democrática interna”.