- En 2016 y 2017 la UPTlax, firmó convenios con Sedatu, por 188 millones 634 mil pesos a cambio de una serie de servicios.
Agencia de noticias https://www.animalpolitico.com/2019/
La Auditoría Superior de la Federación (ASF) interpuso este viernes, denuncia penal ante la Fiscalía General de la República (FGR) en contra de la Universidad Politécnica de Tlaxcala y el Instituto Tecnológico Superior de Comalcalco, en el estado de Tabasco, por el presunto desvío millonario de recursos públicos a través del esquema conocido como La Estafa Maestra.
De acuerdo con el portal de noticias https://www.animalpolitico.com/2019/06/estafa-maestra-auditoria-denuncia-universidades-desvios/ la Auditoría las denunció luego de que señalara numerosas irregularidades en los convenios que estas dos universidades públicas firmaron con la Secretaría de Desarrollo Urbano y Territorial (Sedatu) en las cuentas públicas 2016 y 2017, cuando Rosario Robles era la titular de esa dependencia del gobierno federal.
Conforme a la investigación de la Auditoría, las dos universidades recibieron 356 millones de pesos para que le brindaran a la Sedatu una serie de servicios.
Sin embargo, las universidades entregaron la mayor parte de ese dinero a empresas fantasma o irregulares provocando un presunto daño al erario, que ahora tendrá que investigar la Fiscalía para llevarlo ante justicia.
Estas dos denuncias penales se suman a las 30 presentadas entre 2014 y octubre de 2018 relacionadas con La Estafa Maestra por un monto aproximado de 5 mil millones de pesos.
Distracción de recursos
En cuanto a la otra universidad denunciada, la Politécnica de Tlaxcala, ésta firmó entre 2016 y 2017 nueve convenios de colaboración con la Sedatu, que le pagó 188 millones 634 mil pesos a cambio de una serie de servicios, como “llevar a cabo el Programa de educación cívica para el desarrollo y aprovechamiento de espacios públicos en los estados de Puebla y Tlaxcala”, o el “servicio integral para el diagnóstico y construcción del Programa Vivienda para Prosperar y sus alternativas”.
Sin embargo, en una auditoría forense -la número 1611-DS-, la ASF detectó que la Universidad “no prestó ningún servicio y su función fue únicamente transferir recursos a los proveedores que instruyó la Sedatu sin que éstos le prestaran los servicios objeto del convenio”.
Una de las empresas subcontratadas por la Universidad entregó supuestos comprobantes de servicios que “no guardan ninguna relación con el objeto del primer convenio”, por lo tanto, dice la Auditoría, “se presume que la Universidad distrajo recursos de manera indebida”.
Además, en el análisis de las cuentas bancarias, se detectó que la institución educativa “pagó indebidamente” a una persona moral de las subcontratadas que no guardan ninguna relación con los convenios específicos firmados con Sedatu, aunado a que dos personas morales más a quienes se les realizó pagos por supuestos servicios, no fueron localizadas en sus domicilios fiscales.