Preocupa arribo de más de 250 centroamericanos a albergue de Apizaco

  • En las últimas horas ha sido superada capacidad de atención y hay riesgo de foco de infección por Covid-19, reconoció el sacerdote Elías Dávila

El operativo de seguridad que ha implementado la empresa Ferrocarriles del Sur (Ferrosur) ha generado la llegada de por lo menos 250 migrantes centroamericanos en las últimas 24 horas, superando la capacidad de atención del Albergue de Apizaco, pero a la vez un inminente foco rojo de infección por Covid19, reconoció el sacerdote Elías Dávila Espinoza.

En entrevista vía telefónica con escenainformativa.com, el también Coordinador de la Pastoral para Migrantes de la Diócesis de Tlaxcala descartó que se trata de alguna caravana, pues el arribo ha sido en grupos de 50 a 70 personas.

Abundó que la capacidad de atención del albergue “La Sagrada Familia” ubicado en la Colonia Ferrocarrilera es de 40 a 50 personas por día, sin embargo la masiva llegada en los tres últimos días, ha generado que la mayoría de ellos se encuentren en las afueras y a un costado de la iglesia “Cristo Rey”.

Explicó que el personal voluntario es insuficiente para atender a los más de 250 personas, en su mayoría provenientes de Honduras y El Salvador, aunado a que no se cuenta con insumos y material de protección para responder a la demanda.

“Si estamos preocupados por esta situación y estamos haciendo el esfuerzo para atender a los más posibles, pues incluso llegaron mujeres y menores de edad, y en efecto hay la preocupación de que pudiera presentarse algún foco de infección ante la pandemia del Covid-19”, admitió el sacerdote y activista.

Afirmó que los centroamericanos que llegaron primero lograron ingresar y de quienes se tiene el control sanitario y de bioseguridad, pero la mayor parte están en el exterior.

De acuerdo con transmisiones en vivo hechas este miércoles por Pablo Morales Cruz, reportero del portal digital La Noticia de Tlaxcala, los elementos de seguridad privada apostados a un costado de las vías del tren y contratados por la empresa Ferrosur sólo observan la llegada de los centroamericanos, al igual que personal de la Secretaría de Seguridad Ciudadana del Gobierno del Estado.

Además de que la mayoría de los migrantes no cuentan con cubrebocas ni tampoco utilizan gel antibacterial.