Luis Alberto y Josefa ejemplo de perseverancia, decisión y compromiso en el Cecapdif

  • La Gobernadora Lorena Cuéllar su compromiso de avanzar en el camino trazado por convertir a la entidad en un ejemplo de inclusión

Su discapacidad no les impide desarrollar tu talento y habilidades para, en corto plazo, emprender su propio negocio y cumplir sus sueños, gracias al apoyo de la Gobernadora Lorena Cuellar Cisneros, que viene impulsando programas de inclusión.

Se trata de Luis Alberto, un joven de 35 años de edad y Josefa de 62 años, ambos son un ejemplo de perseverancia y compromiso; decididos a construir un futuro brillante dentro del Centro de Capacitación para Personas con Discapacidad (Cecapdif).

Originario de Chiapas, pero radicado en el municipio sureño de San Luis Teolocholco, desde hace 20 años padece una enfermedad crónico-degenerativa que le afecta su vista.

Sin embargo eso no ha sido impedimento para Luis Alberto Díaz Suárez para aprender el oficio de panadería y repostería, para en breve poner su propio negocio, pero antes deberá concluir los niveles intermedio y avanzado para poder elaborar los diferentes tipo de pan de dulce y de sal.

Emocionado dijo estar satisfecho por lo que está aprendiendo en este Centro de Capacitación para Personas con Discapacidad, teniendo como principal inspiración sus hijos y esposa que en todo momento lo han apoyado e impulsado.

“En  la Ciudad de la Inclusión encontré maestros y personal altamente empáticos que me hacen sentir bien y que me impulsan a sacar lo mejor de mí  día con día”, aseguró al tiempo de agradecer a la Gobernadora Lorena Cuéllar Cisneros “ que nos abrió las puertas de esta institución y a todos los que colaboran aquí. He aprendido otro aspecto que es convivir con todos los compañeros que también me ayudan a socializar y desenvolverme un poco más”.

Luis Alberto mantiene firme su propósito de aprender todo lo que implica este oficio, desde amasar los ingredientes propios como la harina, leche, huevos, levadura, sal y azúcar hasta lograr la más fina cocción de sus piezas, y donde la discapacidad que tiene no es una imposibilidad.

“He hecho un gran esfuerzo con tal de no darme por vencido porque he notado que la panadería es un negocio que es demasiado práctico y sencillo de aprender”, reiteró.

La de la señora Josefa Nezahualcóyotl Acoltzi es otra historia de éxito y también ejemplo en el Cecapdif como una mujer de la tercera edad  y que asiste al taller de carpintería.

“Desde niña me gustaba ver cómo el carpintero se ponía a trabajar, sobre todo cuando elaboraba juguetes”, dijo al asegurar que esta satisfecha por lo aprendido en el taller.

Sonriente y gustosa explica que ya elaboró sus primeras piezas, entre ellas una carriola de juguete y unas tablas de cocina para picar, todo elaborado con sus propias manos.

“Aquí me siento feliz, me gusta bastante, siempre me vi aprendiendo carpintería y ahora en este centro hago realidad esa intención. Deseo tener ingresos para hacer más cosas grandes, por ejemplo, como una puerta”, menciona.

Conocida como “Jose” en el taller de carpintería, afirmó que en la Ciudad de la Inclusión le enseñan con paciencia el oficio para descubrir y aprovechar al máximo su potencial, habilidades y talentos.

“Me dio mucho gusto, porque yo no pensé que pudiera hacerlo. Vengan a aprender porque sí se aprende y aparte de eso, nos van a traer a casa y no nos cuesta nada, porque aquí nos dan el material, no gastamos en pasaje, que es lo más, que uno luego no tiene, por eso mismo dice uno, no puedo ir”, señala.

Josefa Netzahualcóyotl reveló que sus hijos están felices y sorprendidos, porque a pesar de que la carpintería es un oficio para hombres, ella ha cumplido su sueño en una etapa de la vida que para muchos ya sería imposible. 

Así como Luis y Josefa construyen todos los días su nueva historia, para quien dirige los destinos de la entidad, el bienestar de las personas con discapacidad y de los adultos mayores es uno de los máximos compromisos.

Así la gobernadora Lorena Cuéllar Cisneros nunca olvidó el anhelo de cientos de familias que durante sus recorridos por el estado le planteaban: un lugar para que sus seres queridos con discapacidad o de la tercera edad tuvieran la oportunidad de salir adelante.

“Me encanta que haya nuevas historias en la vida de los tlaxcaltecas. Entrar a los hogares, cambiarles esa historia de vida de aquella persona que no ve y que hoy puede ser panadero, o un adulto mayor que puede construir una tabla para venderla para salir adelante es crucial”, afirma la mandataria en un recorrido por el centro de capacitación.

De esta manera Cuéllar Cisneros avanza en el camino trazado por convertir a Tlaxcala en un ejemplo de inclusión. “Es una oportunidad de capacitarlos para que ingresen a un centro laboral y eso me llena de alegría porque independientemente de que tiene su apoyo económico, saldrán adelante por su trabajo, esfuerzo, lucha y porque el DIF les da grandes oportunidades”, señala.