- El petista Víctor Castro, lo comparó con un torero “que se llevó orejas y rabo”.
En primera fila de la sala de sesiones; con serenidad, humildad y de frente a los diputados locales, escuchó el contenido del dictamen que resulto reprobatorio en su administración, sin embargo el diputado petista Víctor Castro López reconoció su presencia y lo comparó con un matador de toros, que, aun con daños por el astado “se llevó las orejas y el rabo”.
Se trata del priista Venancio Pérez Manoatl, que este viernes acudió, acompañado de uno de sus colaboradores, para estar presente al momento en que la mayoría de los legisladores reprobó su cuenta pública del ejercicio 2018.
De acuerdo con el dictamen presentado por el legislador José Luis Garrido Cruz, no hubo desfalcos, pero si desvío de recursos de préstamos entre programas, los cuales no se presentaron en el periodo marcado por la ley de fiscalización, lo que llevó a la Comisión de Finanzas y Fiscalización, a propuesta del Órgano de Fiscalización, reprobar la cuenta pública.
Y es de los recursos de 33 millones, 583 mil 189 pesos del presupuesto de 2018, se detectaron posibles daños patrimoniales por 3.7 millones de pesos que representó más del 11 por ciento del total.
Como los valientes, como torero, se estaría llevando orejas y el rabo.
Así tras validarse la la no aprobación de la cuenta pública de San José Teacalco, el polémico legislador del Partido del Trabajo (PT), Víctor Castro López, tomó la palabra en tribuna para elogiar la presencia del alcalde priista.
“Usted señor presidente está aquí dando la cara, sabiendo de antemano que tiene un posible daño patrimonial, sin embargo da la cara a su gente y que en la siguiente fase de resarcimiento prácticamente tiene solventada el total de esos recursos”, le dijo el ex alcalde de Tzompantepec.
Pero el comentario Castro López fue más allá y comparo al edil con un matador de toros “señor presidente como los valientes, si hoy fuera usted torero, se estaría llevando las orejas y el rabo, así de claro”.
Después al Presidente Municipal abandonó el recinto despidiéndose con un “buenas tardes” de los que se encontraban en uno de los pasillos de salida de la sala de sesiones.