- La principal promovente de la ley, la senadora Ana Lilia Rivera Rivera, dijo que con esta aprobación se impulsará la sana alimentación del país.
El poder legislativo recientemente aprobó lo que ahora se denomina «la prima ley en la historia en salvaguardar el maíz nativo mexicano», pues tanto la Cámara de Senadores como la de Diputados, aprobaron el pasado martes la Ley de Fomento y Protección del Maíz Nativo, creada e impulsada por la tlaxcalteca Ana Lilia Rivera Rivera.
Al respecto en entrevista la Senadora y también presidenta de la Comisión de Estudios Legislativos Segunda por el partido del Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA), aseveró que con esta ley «le arrebatamos a intereses perversos la posibilidad de poder crear propiedad intelectual sobre las variedades vegetales del maíz», pues de no haberse aprobado, se corría el riesgo de que con el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC ) se patentara injustamente las más de 64 razas de maíz que «han domesticado, respetado y salvaguardado los pueblos indígenas de México.»
Explicó que la ley, que actualmente fue remitida al Poder Ejecutivo para su próxima promulgación constitucional, tiene como objetivo principal declarar al maíz nativo como Patrimonio Alimentario y Cultural del pueblo mexicano, lo que conllevará a fomentar su producción, comercialización y consumo «hacia una sana alimentación».
De esta manera, aseguró la senadora quien lució en el pleno del Senado uno de los murales de Cacaxtla que «representa la simbología del pueblo tlaxcalteca», se hará frente a los grandes problemas de salud como la obesidad y la diabetes, pues la ley contribuirá a la Agenda 2030 de la Organización de las Naciones Unidas en materia de salud y bienestar social.
A su vez, con la ley presentada en ambas cámaras legisladoras se creará el Consejo Nacional del Maíz Nativo conformada por la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, la Secretaría de Cultura y la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales y la cual será presidida por el Presidente de la República, con la finalidad de canalizar los presupuestos y los programas sociales a todas las regiones del país, priorizando a los pequeños productores indígenas de México.
«Esa ley es una deuda pendiente que tiene México con las comunidades indígenas desde la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), en 1994)», destacó la legisladora.
Por último, Ana Lilia Rivera sostuvo que esta es una batalla ganada “contra monopolios agroalimentarios poderosos, ambiciosos calumniadores, a quienes hoy se les acabó la posibilidad de hacerse del maíz», concluyó.