- Es ya considerado el segundo “elefante blanco” después de la Plaza Bicentenario.
Al cumplirse ya ocho meses de la actual administración federal, en Tlaxcala la Secretaría de Cultura (SC) sigue en operar y es solamente una oficina de “membrete”.
“La señorita Frausto Guerrero solo ha venido al edificio, donde antes funcionaba el Instituto Tlaxcalteca de la Cultura (ITC), cinco veces este año o cuando el Gobernador la invita de manera directa”, aseguró un trabajador próximo a jubilarse.
Abundó que únicamente varios técnicos “quitan y ponen” cableado para colocar red de internet y telefonía, sin embargo al realizar pruebas no han funcionado de manera correcta.
El espacio se ha convertido en un “elefante blanco” ya que a ocho meses de que se diera a conocer con bombo y platillo la llegada de la dependencia federal, luego de que el actual Presidente de la República se comprometiera en su campaña proselitista, a la fecha ni siquiera hay personal que atienda en el inmueble.
En un recorrido hecho por escenainformativa.com para conocer las actividades en este verano, tiempo en el que se atendía a infantes con diferentes talleres, se encontró un edificio vacío y solo con personal de limpieza y de seguridad, quienes de plano evadieron dar una respuesta a la reportera y la misma situación a un matrimonio que llegó a solicitar información sobre los cursos de verano.
Pese a que se solicitó información para saber cuándo se puede localizar a la secretaria Alejandra Frausto, el personal dijo desconocer cuándo estaría por el estado la funcionaria federal, incluso admitieron no conocer al titular de comunicación social, Antonio Martínez Velázquez, por cierto, originario de Tlaxcala.
En un recorrido hecho por el edificio se constató que los talleres que en otros años se atendía a jóvenes y niños para impartir música, ballet, artes plásticas y otros se encuentran vacíos y sin ningún uso, ya que ni siquiera hay funcionarios de confianza federales que laboren en el edificio.
Así pues, se desconoce cuál será el fin de este edificio que por el momento se ha convertido en un elefante blanco que se une al inmueble de la Plaza Bicentenario, realizada por el gobernador Héctor Ortiz Ortiz, que a la fecha ni siquiera es utilizada, se encuentra en desuso y abandonada.